jueves, 29 de septiembre de 2016

Repaso de la lengua Española y google.

Ya sé que esto no tiene el más mínimo interés para mis avezados lectores pero si es para mí un buen entrenamiento para continuar con mi vasto blog.

Desde abril que no escribo una palabra. Si hay que buscar un culpable, ya tengo uno: mi casa. Me ilusioné con los tomates, mi huerto, mis chapuzas y los remates. Aunque en realidad, para ser sinceros la responsabilidad es solo mía. Llegó el verano y no he dado pie con bola. Y mira que es sencillo para mí escribir unas cuantas palabras; conexas o dispares, ingeniosas o aburridas. En fin, la playa y las cañitas pudieron más que mí obligación de hacer rodar mi imaginación por los vericuetos de la escritura.
He aprovechado la reanudación de mi blog para contar porque algunas veces se me plantean cuestiones tan banales como la acentuación de las palabras. Yo no soy muy de los que apedrean la lengua española, incluso pongo mucho interés cuando escribo en mensajes como WhatsApp, evitando por ejemplo ahorrar palabras sustituyendo “que” por la “q” sola. Es verdad que cada vez está más extendido pero me niego a sumarme a esa moda. El lenguaje es el lenguaje y no podemos inventarnos uno de la noche a la mañana como por ejemplo los vascos con el vascuence (¿es con “b”?)

¿Cuándo tienen tilde las palabras llanas, agudas y esdrújulas? Vamos a Internet –que maravilla- y escoges una página que te lo cuente y zas, en unos segundos después de que el monstruo Google haya identificado miles y miles de resultados. Ya no hace falta ir al Espasa ni al Planeta Agostini (me acuerdo del chiste del vendedor de libros) para aprender o recordar nuestra formación de la más tierna infancia.
¡Qué bien lo que sabía¡ Y no se me ha olvidado como los 12 hijos de Jacob o las preposiciones o los ríos de España o…., Aunque siempre hay algo que aprender. Por ejemplo, “proparoxítona” significa lo mismo que “esdrújula”. A cualquiera que le pregunten en la rueda de la fortuna el significado de aquella palabra seguro que contesta que es un antidepresivo.

No sigo contándoos mis averiguaciones porque os aburriría y prefiero que os reservéis para mis próximas palabras. Hablaré de política y de todos los sinvergüenzas de los políticos. Perdón, ¿he dicho todos? No. Seguro que hay alguno honrado. Como Lot del viejo testamento. ¿Quién de los políticos puede asemejarse a Lot?


No hay comentarios:

Publicar un comentario