Como
todo el mundo sabe, por los años 50 la mayor parte de los españoles nacíamos en
la casa de nuestros padres. Siempre atendidos por una matrona o en el mejor de
los casos por el médico de cabecera –se llamaba antes. Yo tuve la suerte de ser
asistido por el médico titular, que en aquella época hacía las veces de
Alcalde. Con mucho afecto le recuerdo. Era un médico cariñoso y buen
profesional así como un alcalde competente. Creo que en aquella época –además
del farmacéutico y el viticultor de la época- era el único que tenía carrera. Tenía un don
de gentes envidiable. Y eso facilitó la unión de todo el pueblo en un proyecto
que le sacó casi de la edad media. Uno
de sus grandes logros fue la instauración de las “fiestas botijeras”, no solo
desde el punto de vista lúdico sino cultural.
Cientos y cientos de personas se acercaban todos los días a disfrutar de
las bodegas, la sangría, los toros, las verbenas la familia, los amigos.
DionisioSinova –como se llamaba el alcalde – nunca cobró un duro del consistorio. Todas
las gestiones que hacía las sufragaba de su bolsillo. Iba a Madrid o donde
fuese con su coche. Comía fuera igualmente de su pecunio. Las horas que
utilizaba las compensaba trabajando más. Yo nací según me dice mi madre muy
entrada la noche.
En
esas fiestas se hacía un programa con todas las actividades a realizar. En la
primera página escribía Don Dionisio unas palabras muy afables invitando a todos
a participar. A mí personalmente me encantaba. Era además el pago en gratitud
que el pueblo le correspondía.
Como
ha cambiado todo¡ O no. Ha caído en mis manos un programa de contenidos del
palacio de festivales de Cantabria y con el mismo formato en papel que hace 50 años. En
la página 3 –la más cotizada de los medios de comunicación impresos- se hace la presentación de los eventos. No solo el presidente de la comunidad, sino el
consejero de educación y el director del palacio escriban "unas palabras". Me parece excesivo,
electoralista y vacío de contenido. Ver lo curioso del primer párrafo del presidente y del
director; se repiten. Si estos señores se dedican a este menester ¿Quién hace su trabajo?
Es obvio que lo hacen otros amigos colocados a dedo.
Desgraciadamente esto pasa en todos los lugares de España a todos niveles de la
administración. Y sino que se lo digan al ayuntamiento de Jerez que tiene –o tenía-
110 funcionarios –o amigos- en el departamento de comunicación.
Pena
Pena