domingo, 23 de junio de 2013

Teruel y su aeropuerto



No conozco Teruel. Me da mucha vergüenza decirlo, pero creo que estuve una vez hace muchos años y lo único que recuerdo es que tiene muchos monumentos mozárabes. Pasaba por allí cuando solía ir de vacaciones con mi familia a la zona de Peñíscola.
Bien porque no está en una zona bien comunicada, porque no tiene mar o porque no tiene, en mi opinión, las características necesarias para escaparse un fin de semana, para mi es la desconocida más grande de España.
Pero claro, como tiene una de las poblaciones más pequeñas de este país, y para potenciar la economía de la zona, los gestores locales pidieron a  la comunidad aragonesa que intercediese en al gobierno de la nación para hacerles un aeropuerto. Pero no para pasajeros -que sarcasmo hubiese sido, aunque todo es posible en esta piel de toro- sino que se construyo para un centro de mantenimiento, almacenamiento de corta y larga duración y reciclado de aeronaves. Qué bien suena. Con una pista de casi 3 kilómetros es una de las más grandes del mundo.

Después de estos prolegómenos, leo en el periódico que el mencionado aeropuerto es apropiado también para viajes espaciales, según un estudio de seis ingenieros aeronáuticos de la Universidad Nacional Aeronáutica Francesa. Que visión de futuro los que pensaron en el aeropuerto. Será un gran negocio porque serán miles de pasajeros que vuelen a Marte, Júpiter, Saturno…. Y Plutón. Pero claro hay otros 9 aeropuertos que cumplen las mismas características. ¿Podrán tener los políticos de Aragón influencia para que dentro de docenas de años se establezca allí la base mencionada? Quizás Federico Jimenez les pueda echar una mano porque no podemos recurrir a grandes influyentes turolenses como Buñuel (que gran película Tristana, que polémica e irreverente Viridiana) y Lain Entralgo,  pero de ello, no me cabe la menor duda, se encargará el amigo Rajoy y su deuda, que inevitablemente las pagaremos los millones de españolitos obnubilados años atrás , en los tiempos en que se construyó el mencionado aeropuerto,  por la selección española y los toros. Vamos como hace 50 años.
No nos olvidemos, de cualquier forma,  que esta barbaridad no es más que un grano de arena en la playa más grande del Caribe. Y no hace falta cambiar de sector. Aeropuerto de Castellon, La mancha, Leon, etc, etc. Vamos como setas, perdón.

Por cierto, me voy la semana que viene a Santander. Y dicen que no va hacer bueno. Caramba, si normalmente no lo hace en esa gran comunidad Autónoma, que será este año. Maldito cambio climático. Prometo aportar mi pequeña cuota para reducir las emisiones de dióxido de carbono. Pero eso será otro día.

martes, 11 de junio de 2013

Futbol en Cataluña



Estuve hace unas semnanas en Barcelona en la feria del Automóvil acompañando a verdaderos entendidos en coches. No os voy a cansar con mis opiniones sobre la feria. Mucho mejor y más completa la encontrareis en cualquier periódico de motor.

Dos anécdotas del viaje.

Mi estancia en Cataluña coincidió con la súper final de la copa del Rey. Estábamos en Sitches  y lo vimos en un bar-restaurante muy concurrido en donde podíamos tomar una cerveza y a la vez comer. Optamos por la cerveza para el primer tiempo y una ensalada para el segundo. De los tres que íbamos, uno era del Barcelona y nosotros dos del Madrid.
Cuando marcó este último el silencio se interrumpió con un tímido aplauso nuestro. Como buenos seguidores merengues pensábamos que la victoria iba a ser más amplia por la necesidad que tenía el Atlético de Madrid de meter un gol y esto lo aprovecharía el equipo blanco con su demoledor contraataque. Craso error. Vinieron dos sorpresas seguidas. La primera, el gol de  Diego Costa. ¿Cómo es posible –a pesar del clamoroso fallo de la defensa y en mi opinión del portero- que el equipo colchonero pueda empatar el partido? Pero aquí no acabó la cosa. El restaurante entro en un grito de alegría que ni en mis tiempos del bar Tu y Yo palentino recordaba. Nos preguntábamos cuantísimos colchoneros había. Pues no, lo que había era muchos catalanes –del Barcelona o no- que estaban encantados de que perdiera el Madrid. La venganza de que les hubiese eliminado el Real unas semanas antes. Yo lo que no vería nunca en un restaurante sería un partido del Barcelona contra el Español. Cenaría con una buena conversación, unas verduritas a la plancha y un buen vino. Tengo problemas de digestión y una victoria del Barcelona me perjudicaría.

No entro en consideraciones socio-políticas que ya hice en este mismo blog meses atrás.

Cuento la segunda anécdota. Antes de volver a nuestra Palencia querida♫♫♫♫, nos dimos un paseo por las Ramblas y sus calles adyacentes llenas de extranjeros y de tiendas de souvenir. Como no; docenas y docenas de equipaciones de “su club” como suele decir el Presidente del Barcelona.
Me extraño ver en los escaparates solo equipaciones azulgranas y como obsesión la de Mesi. Tuve que ver docenas de tiendas y si, en la calle  Ferrán, aledaña a las Ramblas, me encontré con una camiseta blanca escondida y ¡EUREKA¡ una de la selección española. Supongo que habría pedido permiso a la generalidad o al ayuntamiento para semejante provocación. La foto es muy curiosa. Supongo que salvo ciertas excepciones, las equipaciones de los demás equipos –incluido el del Español de Barcelona- estarían dentro de la tienda para poder vendérselas a los jovencitos y los guiris. La pela es la pela. Como rotular los comercios en castellano vamos. Suelo ir al centro de Madrid con cierta frecuencia y todos los quioscos y tiendas de deportes y souvenires están llenos de camisetas del Madrid y del Barcelona, y del Atlético y…. Lástima que a los barceloneses y barcelonesas no se les facilite, como en otros sitios, la posibilidad de adquirir su camiseta preferida.