viernes, 28 de diciembre de 2012

Concierto de Navidad



Hace años que deje de ir a los conciertos de Navidad, y no porque no me gustasen. Con mayor o menor acierto por parte de las orquestas que venían a Palencia –¿Por dónde cae Palencia? me preguntan muchos- siempre era agradable oír los valses de los Straus (tío y sobrino) o las polcas -Tritsch-Tratsch- y marchas –Radetzky- de lo más florido del imperio Austro Húngaro. Por supuesto no faltaba alguna obertura de un famoso concierto. Los bises solían incluir la marcha Radetzky ¡Como aplaudíamos todos¡ Era la Navidad y todos felices.
Y debí de dejar de ser feliz en parte porque como dije, no volví a ningún concierto más.
Pero hete aquí que mi gran amigo Goyo - rojo y del Barsa, como se puede caer tan bajo- tiene una hija que heredando las cualidades musicales del padre- de joven se peleaba con unos palos y una batería en un conjunto muy conocido en Palencia –ha hecho la carrera en el conservatorio consiguiendo ser una  virtuosa violinista. Toca en la joven orquesta sinfónica de Valladolid  y le prometí que al próximo concierto iría a verla. No sabía que interpretarían ni dónde. Mi sorpresa fue cuando me enteré que sería el tradicional concierto de Navidad. Vaya.!!!! ¿Cómo interpretará nuestra buena Raquel la polca Tritsch-Tratsch? O el vals del emperador.
Más adelante salí de dudas y comprobé que estaba equivocado al comprobar que el tal concierto de Navidad no se basaría en las tradicionales polcas, valses y marchas, sino en conocidas canciones sudamericanas.
Fui un poco despistado al Auditorio de Miguel Delibes. No sabía que me iba a encontrar. Encima acompañado de Goyo y ambas esposas (nuestras mujeres). Se daba la circunstancia que a la misma hora jugaba el Barsa con el Valladolid y para más casualidad al lado del auditorio Delibes, en el Estadio Zorrila. Lo único que no me sorprendió fue que ganó el equipo independentista y que mi amigo me estuvo cantando los goles a pesar del silencio que se obliga en un acto como el que asistíamos. Porque el resto fue una continua sorpresa. Que auditorio. Que maderas. Que techo. Que sillería. Que iluminación. Con capacidad para 1800 personas fue construido en la época álgida de la burbuja inmobiliaria por el famoso Arquitecto Ricardo Bofill – No confundir con su hijo del mismo nombre que, como a Clara, le gustaba hacer amigos por la nieve, además de –supongo- hacer feliz a Paulina Rubio.
Sentado en mi silla de palco me encuentro, ya colocados en sus posiciones detrás de la orquesta, al orfeón de Valladolid esperando la entrada de la joven orquesta, el primer violín y su director Ernesto Monsalve. La formaban sesenta músicos más o menos.  Como siempre, la cuerda alrededor del director, atrás el viento y al fondo del escenario la percusión, un piano y un Arpa rompían la simetría de la distribución. En esta distribución observar que la mayoría del grupo de violines eran mujeres y que se iban incrementando los varoness a medida que aumentaba el tamaño del instrumento de cuerda y se alejaban de la posición del director –todos los percusionistas eran varones.
Y empieza el concierto con la obertura  La Clemencia de Tito de Mozart. Después siguieron las canciones sudamericanas; tangos, boleros, valses, etc. Todas muy conocidas y muy bien interpretadas. Por el orfeón y en algún caso por Fámara Valido y Juanjo Conde. Hubo un cantante más que mejor es que no se hubieran acordado de él.
Adelita fue la más popular de todas, e incluso la utilizaron para un vis. Para mí la mejor Alma llanera-abrir este vínculo y oís una versión orquestada. Como era de esperar el concierto se acaba con El Aleluya de Haendel. Algunas palabras y los mejores deseos de los organizadores para los asistentes al concierto. Concierto que está dirigido por el Opus y su recaudación para una ONG que esta organización tiene en África. Extrañado de la aparición de los seguidores de Escribá de Balaguer en un auditorio de la junta, me entero que también  que Juan Vicente Herrera y alguno de sus consejeros son del Opus. Caramba¡¡¡

sábado, 22 de diciembre de 2012

Llorar



Mejor es no levantarse. Leo dos noticias que desesperan. En El Mundo hoy: Los adinerados españoles son un 8,4% más ricos que hace un año. En Enfoques de la Fundación Sistema se dice que por primera vez las rentes del capital superan a las rentas del trabajo.

Esto significa una sociedad sin clase media muy cercana a la preindustrial, en donde los ricos impiden el progreso de los que valen dejando los mejores negocios para su casta. Y esto con la ayuda de la casta política.
Recomiendo la lectura del artículo que resume el estudio que hace todos los años el mencionado diario sobre los mayores capitales de España. Penoso que una sociedad como la nuestra no tenga  escritores, inventores, ingenieros, deportistas o artistas en ella.
Cuantos ingenieros o arquitectos viven con un sueldo de mileurista. Preguntándose porque no se incorporan en el grupo de elegidos en vez de caer en el pozo de los que difícilmente llegan a fin de mes. Recuerdo cuando hice el bachiller y después  la carrera; sabía que nos esperaba –trabajando y luchando- una posición holgada en la sociedad. Hoy desgraciadamente no es así.
Lloro al oír que un nutrido grupo de millonarios de EEUU, entre los que se encuentra Bill Gates a la cabeza, piden reiteradamente a Obama que les suba los impuestos.
Sigo llorando al oír a Juan Roig que tenemos que trabajar todos más o España será intervenida. Que hay que trabajar como un chino. Para aumentar la productividad, se entiende, o sea para que lo que se produzca sea más barato. Ya no lloro solo, me cabreo y pregunto ¿para mejorar la productividad en Mercadona y que en pocos años se haga con una de las mayores fortunas de España? Caramba y eso que trata muy bien a los trabajadores. Y ¿los que no son bien tratados? Todo hipocresía, porque por mucho que se mejore la productividad, los productos se harán en China, la Conchinchina y la sinchinchina.
Sin darme cuenta cuando acabo de escribir veo que tengo la mesa llena de pañuelos usados. Puaff. A lo mejor son de china y como no absorben bien los mocos -con perdón- he tenido que utilizar muchos más. No por lo que he llorado.
Me voy a ver “con faldas y a lo loco” y me río. O me cuento un chiste a mi mismo.

martes, 18 de diciembre de 2012

Skyfall



Conté que me fui a ver la película Skyfall. No voy a entrar a valorar los efectos especiales y si algunos aspectos significativos y menores.
En primer lugar el director de la película, San Mendes. Cuando me enteré que la película la iba a hacer este cineasta, me extraño mucho porque es un director de cine que nunca ha hecho películas de acción. Baste recordar sus éxitos como American Beauty, Revolucionary Road. Cine en donde las relaciones humanas son el protagonista de sus historias. Mas de teatro que de cine. Sensibilidad, amor, piedad perdón, frustración, no se cuantos calificativos definen el cine de Sam Mendes y que por otra parte trata con maestría. Yo personalmente me quedo con Revolucionary Road. ¡Qué actuación de Katy Winslet¡ Posiblemente una de las mejores actrices que conozco.
Y hete aquí haciendo la enésima película basada en la novela de Iam Fleming. Los Broccoli –no confundir con la verdura- llevan 50 años haciendo películas de James Bond de gran éxito y esto les ha obligado a tomar decisiones muy acertadas y no hacer ensayos más que con gaseosa – en este caso con soda. Parece que otra vez han acertado con el director.
Craig, alejándose del papel de superhombre, muestra un comportamiento distinto a sus predecesoras Casino Royale y Quantum of Solace. Más humano, menos violento. Comparar los primeros minutos de las tres películas y se nopta la diferencia. 
Es la primera película en la que -a pesar de que hay dos hermosas jóvenes (impresionante Berenice Marlohe) - no se plentea la relación de doble O con ellas desde el punto de vista sexual.
M (Judi Dench) como siempre acertada hasta en su nuevo papel de menos buena como nos tenía acostumbrada. Aparecen en su vida ciertos síntomas de cansancio.
Los que han dicho que papel del Barden eclipsa al de doble cero, deben ser sus amigos. Me parece que, salvo la muestra de su mandíbula que es un producto de efectos especiales, el papel de villano es el que esta encasquillado el famoso actor español. Me gustó más en la película de los Cohen.
Para finalizar, quiero hacer hincapié en un tic muy americano en sus películas. Cuando en España pedimos algo en un bar, solo o acompañado, solemos pedir la cuenta, generalmente pagamos y esperamos a que nos den la vuelta. Los americanos siempre dejan un billete –les hay hasta de un dólar- y se marchan sin más. En las película de James bond ¿habéis visto pagar alguna vez al Bond de turno su bebida favorita, vodka martini, agitado, no revuelto? 




jueves, 13 de diciembre de 2012

"Bilbaina"


Cuento una historia real. Un poco de la historia de mi madre. Y de España.
Tiene 88 años –mi madre- y con muchos problemas de movilidad. Ella siempre lo achaca a los muchos hijos que tuvo –ocho sin contar abortos- pero principalmente a los más de 5 kilos que al parecer pesé yo al nacer. La realidad es que no ha tenido una vida fácil. Alguien se puede imaginar lo que tenía que hacer para pensar en una cena para 10 personas. ¡Qué huevos con bechamel¡ Y mucho pan. Mi padre decía que había que consumirlo para que subiera el precio del trigo. Yo pensaba que era porque a pesar de todo era lo más barato. Eso si, siempre con vino y gaseosa.
Sube las escaleras –mi madre- , baja, corre para controlar la “bilbaína”. Una locura. ¡Que sopas de ajo¡ En la “bilbaína”.
Vuelvo a la poca movilidad de mi madre. Para que la cuidase se planteó hace algo más de un año la contratación de una joven sudamericana.
Como a perro flaco todo son pulgas, a mi madre la han detectado una infección por la que necesita operación. A pesar de los dolores que tiene no la han dado hora a pesar de llevar bastante tiempo en lista de espera. No sé si es por la gestión del hospital o por la falta de medios como consecuencia de los recortes de sanidad.
Podemos entender que debemos hacer un esfuerzo para salir de la crisis, y así lo vemos todos. Sin embargo es inexplicable que se dilapiden tantos recursos con personas que no han colaborado en la consecución de nuestro estado de bienestar.
Y para muestra un botón. Vuelvo a la joven –no tanto- que esta con mi madre. A los pocos meses de ser contratada, llamó a sus dos hijos para que viniesen a España. Cuatro gestiones y se les da el carnet de la seguridad social gratis; alguna mas para que sus hijos puedan ir a los colegios de la zona. Y solo por pagar 25 euros de impuestos ya que la diferencia hasta los 160 que paga mi madre a la seguridad social pasa a formar parte de la caja de las pensiones. 
Evidentemente quien quiera ver esto como una postura de insolidaridad se equivoca. Creo que todos tenemos el deber de cuidad de nuestros más cercanos antes de otros, y así sucesivamente. Con esto lo que se promueve es un efecto llamada que detrae los recursos de la sanidad, educación, etc.
Y luego nos quejamos de los recortes.

¿Alguien no conoce lo que es una “bilbaína”? Pues una cocina multifunción. Cocía, freía, asaba, gratinaba, hervía, etc. ¡Que olor a vinagre cuando se limpiaba¡

lunes, 10 de diciembre de 2012

Me gusta el cine




Tuve la suerte de estudiar en Madrid casi toda mi vida académica. Solía practicar mucho  deporte. En el colegio que estaba y después en la Complutense tenían unas instalaciones verdaderamente modernas para los años que corrían. Finales de los 60’. Baloncesto  rugby y tenis principalmente. Por aquella época siempre tuve complejo de delgado y estuve a punto de dejar el deporte y dedicarme a la ingesta de morcillas y pastas Reglero –era la única cosa que me podía permitir por mi deteriorada economía- para rellenar los huesos que me saltaban como alienes de Ridley Scott. Al final se impuso el sentido común.
Por aquella época el cine era mi segunda afición. Salvo cuando venía a Palencia, era raro el día que no me veía un par de películas en los conocidos cines de “reestreno” madrileños.
Hoy sigo con las mismas aficiones. Me gusta el cine anglosajón en general y el francés. No puedo ver el cine español. Me parece que –salvo raras excepciones- es un cine pobre de calidad y sectario en contenidos. Todos dicen que es por la súper protección que da la administración a la industria del cine. Supongo que será por esto, pero leyendo unas declaraciones en el Mundo de un tal Alberto San Juan –empresario y actor de fama…en su pueblo- me reafirmo en mi opinión. No se puede ser más sectario e ignorante. Vedlo si no.

Le preguntan
   -¿Por qué parece que los actores e intelectuales de derechas hacen gracia y los de izquierdas caen mal?
Contesta:
  -Yo creo que no hay intelectuales de derechas. O son intelectuales o son de derechas. Otra cosa es que haya gente con habilidad mental, capacidad intelectual y estudios que defienda el poder, que sea reaccionario, que esté en contra de la emancipación del género humano, es decir, que sea de derechas. Pero entonces no es un intelectual porque creo que un intelectual se define por cuestionar el poder, por criticar. Realmente es que no conozco actores de derechas...

Penoso. Yo no le entiendo. O sea que ser de derechas, entre otras cosas está en contra de la emancipación del género humano. Ufffff. Me voy a ver Skyfall.

PD. Que guapa Sigourney Weaver a sus 33 años cuando hizo Allien.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Estadistica



Dice el gitano chatarrero a su amigo payo. Mira yo lo tengo fácil, compro por uno y vendo por dos y con ese uno por ciento voy tirando. Aunque si el gitano -como es posible- lo ha robado ganará un 2 por ciento.  Esta forma de analizar los números es en términos semánticos una perversión. Y es la que utilizan los políticos, sus adláteres, empresarios y algunos periodistas como argumento para convencernos y establecer estrategias de dudosa finalidad.

Lo más cercano que tengo a mano es un artículo de John Muller en ElMundo en donde dice -referente a la crisis económica- que “el ajuste no ha llegado a los salarios públicos” porque continua “que los asalariados públicos cobran mucho más que los privados”

Vaya, que bien¡ ¿Como han llegado a esta conclusión? Pues han cogido la última encuesta de la EPA y han la media de los asalariados públicos y los privados. Vamos como el que se como un pollo y hace la media con el que no se lo come. Al final cada uno come medio pollo. Estadística en su estado mas puro.


En la explicación se aclara que se han excluido a funcionarios con baja remuneración por estar afiliados a Muface y otras mutuas mientras se había contemplado a los empleados de las empresas públicas (mejor pagados, según ellos) con el fin de elevar la media del salario público frente a la del privado. Sin embargo tampoco se ha incluido a las chicas de hogar que generalmente ganan menos.


Bueno, hay que preguntarse como es posible que en el año 2012 no haya un método para estos estudios que mujestren un resultado fiable y que satisfaga a todas partes. Quizás porque “todos” están interesados en que sea así. Porque que cuesta comparar los administrativos de la empresa publica con la privada, o los ingenieros de ambos, o los medicos o los arquitectos o los especialistas, oficiales etc etc.?

¡Que drama¡


Antes de ayer leí en “El País” un largo artículo de Nathan Gardels. No he podido encontrar sus orígenes. Por su nombre y el de sus hijos es posible que sea una mezcla de catalán y judío. Es director de NPQ y Global Viewpoint Network, de Tribune Media, es decir un intelectual de izquierdas.
En su escrito se encuentra algo tan obvio como que la educación es el mejor camino para ascender en la escala social, y más en esa clase media que por mor del sistema económico actual está desapareciendo. Aunque concluye que en la situación actual hay una serie de barreras que impiden esta proyección.
Para el que no tenga tiempo entresaco, con el permiso del Sr. Gardels, unos datos que son demoledores.
Me he permitido subrayar lo que entiendo escandaloso.
Se dice que el 20% más rico de los estadounidenses posee el 84% de la riqueza. Y desde la crisis financiera de 2008, ese reparto tan desigual se ha acentuado. Mientras que la renta del 99% ha “recuperado” un 0,2%, la del 1% superior ha mejorado un 11,6%. En 1975, ese 1% tenía el 8% de la renta total; en 2012, el 22%.Gran parte de esa riqueza se concentra en las llamadas súper élites financieras, que tenían el 40% de todos los beneficios empresariales en el momento de la crisis de 2008. Otro factor importante es el acceso a los mercados mundiales, en el que “el ganador se queda con todo”. Al mismo tiempo, la producción industrial en Estados Unidos ha caído a menos del 12% del PIB, frente al 24% que representaba en los últimos dos decenios. Casi la cuarta parte de esos puestos de trabajo se perdieron como consecuencia del comercio con China. (Mediante una serie de políticas que consisten en invertir en preparación y formación al mismo tiempo que recortan las prestaciones para hacerlas sostenibles, Alemania ha logrado conservar una base de producción industrial competitiva que constituye el 24% del PIB y es el pilar fundamental de la prosperidad de su clase media. China es uno de los mayores mercados a los que exporta su maquinaria y sus famosos avances tecnológicos). Como afirman Eric Brynjolfsson y Andrew McAfee en su reciente estudio Race Against the Machine, la difusión de la tecnología digital en todos los sectores de la economía, que ha reorganizado prácticamente todos los modelos de trabajo, ha aumentado enormemente la productividad sin añadir más empleo. El “fantasma del cajero automático” acosa a la clase media y sus puestos de trabajo. Por otra parte, como ha demostrado el premio Nobel Michael Spence, el 90% de los 27 millones de empleos creados en Estados Unidos en los últimos 20 años pertenecen a los sectores económicos “no trasladables” y de salarios bajos: el comercio minorista, la sanidad y la función pública. El gran peligro para el credo estadounidense de las oportunidades es que esa mezcla de concentración de riqueza, cierre industrial y desplazamiento tecnológico acabe impidiendo la movilidad ascendente. En la medida en que los plutócratas pretendan defender sus privilegios mediante la influencia política del dinero y perpetuar su condición de élite a base de monopolizar para sus hijos el acceso a los Stanford, Harvard y Princeton de la enseñanza superior, todos los demás se quedarán sin ninguna posibilidad de ponerse nunca a su altura.
Lo decía ¿No?