miércoles, 20 de abril de 2016

Los cuatro jinetes del apocalipsis sudamericano y la Pepsi

Me encanta la palabra “monstruo”. Es muy difícil que se la digas a alguien y no aciertes. Una de las más usadas es la acepción 6 de la RAE. Persona que en cualquier actividad excede en mucho las cualidades y aptitudes comunes. Pues eso es lo que he pensado del ínclito y nunca bien ponderado Evo Morales. Al parecer en su última visita al Vaticano Morales regaló al pontífice tres libros sobre el cultivo andino titulados: Coca, la dieta citogénica, Coca, un biobanco y La coca contra la obesidad. "Yo la estoy tomando y me hace bien. Se lo recomiendo y así aguanta toda la vida", dijo Morales al papa al entregarle los libros.

¿Os imagináis una reunión del grupo “Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos” con Maduro, Morales, Castro y Ortega debatiendo sobre temas tan complejos y comprometidos como la economía de los grandes mafias de la droga o la estrategia para frenar la pobreza de muchos de los países de ese grupo?
 
Empieza la reunión pidiendo Morales a su asistente una caja de plata sobre su mesa de despacho.

Morales. -Compañero Bolivariano (se refiere a Maduro) que tal vas con tus presos y tu inflación. ¿Pasará del 1000% como auguran esas ratas que predicen nuestra economía?
Maduro –Eso es un cuento de Rajoy y sus corruptos políticos españoles (esto es cierto-lo de corruptos, no el cuento).
Entra el asistente y le da la caja. Se saca Morales la tarjeta black (¿también?) que tiene en su bolsillo.
Ortega – Tenemos que poner fin a la ignominia dictadura americana. ¿Qué proponéis compañeros?
Morales despistado –sniff, sniff- contesta que no deben pasar un dia mas y que lo mejor es que le suban el precio de la coca.
Maduro, igualmente -sniff, sniff- despistado, contesta: - Pero si les subimos la coca, tomaran Pepsi.
Compañeros todos, interrumpe el menor de los Castro –sniff, sniff- Yo os recomiendo hacer lo que hemos hecho en Cuba. Engañamos ese negro –de color- rojo y nos forra de dinero. Después ya veremos, cuando llegue Trump decimos que es un imperialista Yanky y no le devolvemos el dinero; incluso a lo mejor su empresa nos construye un rascacielos más grande que los de Panamá y les hacemos la competencia a los Corruptos europeos.
Buena idea contestan todos –sniff, sniff. Claro, Castro es el mayor y con más experiencia.

Y los cuatro se levantan para refrescar su cansada garganta e indistintamente cogen un tisú para sonarse los mocos, perdón la Pepsi.

PD: Para solaz y disfrute de mis afamados y sufridos lectores pongo aquí las acepciones de la definición de la RAE de la palabra Monstruo a ver si están de acuerdo conmigo.
Del latín monstrum, con infl. de monstruoso.
1. m. Ser que presenta anomalías o desviaciones notables respecto a su especie.
2. m. Ser fantástico que causa espanto.
3. m. Cosa excesivamente grande o extraordinaria en cualquier línea.
4. m. Persona o cosa muy fea.
5. m. Persona muy cruel y perversa.
6. m. Persona que en cualquier actividad excede en mucho las cualidades y aptitudes comunes.

7. m. Conjunto de versos sin sentido que el maestro compositor escribe para indicar al libretista dónde ha de colocar el acento en los cantables.

sábado, 16 de abril de 2016

Las enseñanzas de mi mamá política

No soy televisivo. Solo utilizo la televisión para ver alguna película o acontecimiento deportivo, cada vez menos porque no tengo movistar plus, ¡ que ignominia!. Si alguien se pregunta ¿qué es un monopolio?. Que vaya al diccionario y como ejemplo pondrán: movistar, eléctricas, bancos etc. Y mientras a pagar, lo que digan estos y los políticos.

¡Que les importa a estos últimos¡ Un caso: Las eléctricas ponen la publicidad de que las personas mayores con falta de recursos tienen una ayuda para pagar la electricidad. Me pongo en contacto con mi proveedor de energía por mi mamá política (que fino, ¿verdad?) y me dicen que no se puede porque la ley establece como un máximo de potencia contratada 2 Kilovatios. Y como la suya tiene 2,2 -es imposible tener menos- no cabe en esa ayuda. Para reírse. Me imagino que la nunca bien ponderada Sáez de Santamaría (¿pariente del famoso general?) o su predecesor o predecesora, dedicaría unos minutos a contar las maravillas de las ayudas a los menos favorecidos. Pero claro, ella está más interesada en su familia y por facilitar a los monopolios anteriormente mencionados gente con mucha valía, por ejemplo a su  su esposo que fue contratado por Telefónica en 2012 como asesor jurídico de su división internacional (TISA).

Qué más da. Pero continuo con la TV. Aparte de mis gustos anteriormente mencionados, padezco una enfermedad muy común en la gente de mi condición y situación. Me desvelo algunas noches y veo algunas series en cadenas marginales del otro monopolio que omití anteriormente: las Televisiones. Son series sobre thrillers, muy americanas ellas pero que me vuelven a mi sueño reparador.

Nunca he visto Sálvame y demás programas de entretenimiento para muchos españoles y españolas (que no digan que soy machista). Sé que existen porque mi mamá política suele ir de vez en cuando a Madrid a verlo en directo y me cuenta sus avatares y porque cuando voy a mi peluquera lo que más me apetece además del interviú es leer el Hola para enterarme de la moda de las mujeres y de los hombres. No sé si Belén Esteban –a la que me referí en mi estreno de este blog- ha posado para Interviú. Según parece está continuamente posando sus posaderas –valga la cacofonía- en esos programas de actualidad. Uno de ellos lo dirige J.J. Vázquez.

Y acabo. En una entrevista en un periódico conocido me llamó la atención el titular: “Pablo Iglesias nos habla como si fuéramos retrasados”. Claro, por el morbo del personaje, me leí parte de la entrevista y curiosas las demoledoras palabras de Javier. “echa siempre la culpa a los demás por no ser capaces de entender que de él depende la salvación del país”.” se pegó tal atracón de ego que cada vez que abre la boca vomita orgullo”. “Su mensaje suena a pescado congelado, a garrafón ideológico". ¿Alguien da más? No le he votado y no le votaré. Sí es verdad que habla a sus votantes como si fueran retrasados. ¿Lo son? Pero como el filósofo dijo, tenemos los políticos que nos merecemos. Y algunos de mis conocidos –muchos- lo han votado.

lunes, 4 de abril de 2016

La normalización sexual de los semáforos y Roberto Bolaño

Normalmente antes de publicar un post, se lo mando a mi señora esposa porque siempre tiene una visión distinta de lo que quiero decir haciéndome comentarios muy valiosos. Este que os pongo a continuación no me lo quiso corregir porque dice que era un poco indecente. El tema parece poco actual, pero a pesar de ello me decido a ponerlo en mi blog sin su aquiescencia.


Ángel, cómo está el patio otra vez. Lo he dicho innumerables veces. Se acaba una cosa y empieza otra. Y si no la hay, nos la inventamos. Se pasó el furor de la investidura –que no ha sido- de Pedro con sus broncas y besos (me equivoque en los protagonistas cuando predije un fuerte beso entre los picapiedras; al final fueron otros y no en Chueca, sino en el Parlamento. Qué vergüenza.) y ahora hemos pasado a los semáforos. Claro que puede parecer machista que se vea solo la sombra de una persona con pantalones. Qué tontería. Eso pudo ser hace años. Hoy pocas mujeres se ponen falda –una reivindicación razonable porque es mucho más cómodo un pantalón. Parece una involución a lo que las mujeres han conseguido en su continuo y costoso proceso de integrarse plenamente en la sociedad.

Por eso creo que se han equivocado al poner los semáforos distinguiendo el hombre y la mujer con una falda. ¿Y porque digo esto?  El semáforo actual dibujaba una figura desnuda de bien un hombre o una mujer. Alguien ve la americana, pantalón, etc. en la vestimenta. Por otra parte no se puede distinguir los atributos de ellos-as porque la figura verde o roja del andante está reflejada con un escorzo que impide ver bien el pene, la vagina o las tetas.

Lo más lógico hubiese sido –si de verdad se quería diferenciar ambos sexos- cambiar el escorzo y promover unas buenas herramientas para mover carretas o un pene al estilo del que lleva Nacho Vidal.

Ahondando en mis reflexiones matutinas me atrevería a preguntarme lo que pensará una mamá cuando lleva a su niño en el carrito. ¿Puede pasar? O el madrugador paseante de su perro –que bien se está en la cama a esa hora- se preguntará si lo podrá pasar.

Creo que los políticos que piensan estas cosas, como mínimo son tontos y creen que nosotros somos más. En vez de preocuparse por las cuentas de sus respectivas responsabilidades y que desgraciadamente supone gastarse dinero que no es suyo –que fácil- se dedican como la zorra que no tienen nada que hacer a espantar las moscas con el rabo.

Alguien se preguntará que tamaño debería tener los atributos que se dibujarán en los mencionados semáforos. Y ahí viene la segunda parte. Le darán la obra a una empresa de su entorno y ya está. Y nos vamos a comer ¿No? Con champagne. 

Voy a dar una pista a los diseñadores de atributos. Si alguien ha visto la última película de David Fincher “Perdida” se acordará de la que era la amante del protagonista: Emily Ratajkowski. Impresionante.


De los masculinos, no tengo criterio alguno. Yo preguntaría por ejemplo a Pablo Iglesias o a un tal Domenech.


PD: estoy leyendo "los detectives salvajes" de Roberto Bolaño. Para escenas de sexo y "vergas" mejor que nada.  Aunque quien tenga el libro en casa y que no ha podido con él como mi señora esposa, leer por favor las páginas 83 a 85.