No es recomendable hablar de ciertos acontecimientos cuando se está en plena efervescencia de la noticia. Y es el caso de los Oscar de Hollywood. Han pasado varias semanas y hete aquí que me pide hablar de ello.
El cine
americano –y bajo su égida el cine inglés- siempre ha sido la referencia
mundial del séptimo arte. Salvo la excepciones de la Nouvelle Vague francés o
el neorrealismo italiano y algunos directores españoles, alemanes o japoneses,
la industria del cine, estaba dominada por la poderosa industria de Hollywood.
Y claro, la
más importante plataforma de lanzamiento eran los Oscar. En aquellos años,
aunque había algún que otro premio en otros países, no tenían la proyección y
capacidad de concentración de los que se entragaban en Los Angeles. Así que con el mismo formato se
empezaron a crear las academias de cine de muchos países y sus correspondientes
premios. Los Cesar en Francia, los David en Italia, los Goya en España.
Copiaron de los Óscar el glamur, la puesta en escena y la –como no- alfombra
roja.
Y si se me
permite una anécdota, alguna que otra región muy cercana a nosotros se inventa su
propia academia y sus premios. Supongo habéis adivinado cual es: eso, los
premios Gaudí. Nacieron el año 2008 y su objetivo es promocionar el cine catalán. Este año se ha concedido el premio a la mejor película en catalán a
Blancanieves que como todo el mundo sabe hablan el catalán “mudo”. El premio a
la "mejor película europea" (sic) fue para Lo imposible, película española que ha
arrasado en las salas de cine el año pasado.
Volviendo a
los Oscar, he visto algunas películas, tengo que ver alguna más. Sin embargo,
siento que la película “Las sesiones” no haya conseguido nada. Tanto los
protagonistas -John Hawkes, Helen Hunt, William H. Macy- como el guión original son merecedores de
algún premio. Helen interpreta el papel de su vida. Es una pena que tampoco se
hayan acordado de William H. Macy; este interpreta
a un alucinado sacerdote escuchando todos los días la peripecias del necesitado
de sexo John Hawkes. De cualquier forma, la recomiendo.
He visto
también la de Tarantino. Una comedia en el oeste americano. A Christoph Waltz no
le veo tan bien como en Malditos Bastardos. En esta sobreactua. De cualquier
forma, vaya plantel de actores.
También he visto Lincoln, la de Spielverg. A pesar
de su largo metraje -2 horas y media- no moví un solo musculo durante la
proyección. Todo se ha dicho de la película. Solo quiero reivindicar a Joseph
Gordon-Levitt –hijo de Lincoln en la película- que en mi opinión tiene un papel
que no le merece. Se ve que como muchos, prefieren trabajar con un gran director
aunque no sea un papel relevante.